Shalom.  La porción de esta semana comprende un texto con varias enseñanzas significativas. Enseñanzas que contradicen las doctrinas de muchos religiosos y tiran por tierra enseñanzas con las que manipulan la comprensión de la voluntad del Eterno.

¿Sólo se revela el Eterno a Israel?

¿Es sólo el Dío de Israel, o lo es de toda la tierra?

¿Sus planes tienen como objeto Israel o Israel es el medio para bendecir a su creación?

Es curioso este texto. Con toda la enseñanza formidable que contiene, solo aparece Moshé cuando el pueblo fornica con las hijas de Moab (cap. 25).

Pero hablemos de Balaam:

Fue reclamado por Balak, que manda a los ancianos de Moab y de Madian a buscar a Balaam, para maldecir a Israel y poder ser expulsados de su territorio. Es aquí cuando surge una situación que ha inquietado por siglos a los lectores de la Torá.

¿Por qué Adonay le permite a Balaam ir, para luego mandar al Malak hamabet (mensajero de la muerte) a  hacerle una “visita” por el camino?

Ciertamente, las versiones del texto en las diferentes lenguas no han ayudado mucho que digamos, pero el contexto es nuestro aliado.

Hay una orden que se repite antes de la aparición del “mensajero”, que se repite después de las bendiciones y que es la pista para entender qué estaba pasando:

22:20 “Levántate y ve con ellos, pero les dirás sólo las palabras que yo hable contigo”

20:32 “yo he salido para oponerme a ti, porque tu camino es perverso delante de mi”

20:35 “Ve con los varones, pero sólo hablarás la palabra que yo te hable..”

El texto nos induce a pensar que el vidente había “relativizado” su obediencia a la visión, a causa de las promesas de grandes beneficios. Dijo y dijo, pero cambió de opinión y Adonay le corrigió antes de que “maquillara” la palabra del Dío para Balak.

Y aquí es donde se destila una gran enseñanza para nosotros:

¿Cuántas veces hemos dicho algo, nos hemos ligado con nuestras palabras, pero luego hemos intentado “manosear” lo dicho para que no fuera un hecho?

A él, al vidente, Adonay le tuvo que poner al límite de la muerte para que fuese integro en su corazón.

Espero que no sea necesario en nosotros, una situación parecida a la Balaam, para que cumplamos con fidelidad nuestro compromiso con el Eterno.

Berajot.

 

Rabino Mijael Sofer