Shalom estimados:

La parashá de esta semana es Nasó. Nasó es un verbo que se suele traducir como “levanta”, pero suele versionarse como “haz”. Por tanto leemos en la porción de esta semana “haz un censo de los hijos de Gersón”.

Supongo que se han dado cuenta de que he utilizado dos palabras diferentes, pero que se suele pensar que son sinónimas: traducir y versionar.

No es lo mismo la realidad de un hecho, que los sentimientos que nos hacen distorsionar la realidad.

No es lo mismo parecer que ser.

No es lo mismo Torá que tradición.

No es lo mismo la palabra del Eterno, que doctrinas y dogmas de hombres.

Para muchas personas no es importante, pero las consecuencias son terribles.

La porción de esta semana contiene una palabra que ha sido mal traducida. La hemos leído en Éxodo 35, cuando se describe el mobiliario del Santuario y los materiales con los que se construyó. Hoy lo encontramos en 4:25. La palabra es Tájash y algunas versiones dicen que es “tejón”.

¿Cómo se ha podido traducir Tájash por un animal catalogado por el Eterno como inmundo?

¿Acaso el que dice no tocarás el cadáver de un animal inmundo, puede después ordenar poner la piel de un animal inmundo muerto en el Santuario?

Quizás lo han traducido de esta manera porque no son conscientes de la Santidad que rodea todo lo que el Eterno dice y ordena a su pueblo. Sé que para muchos, estas cuestiones son secundarias y sin importancia.

Algunos creen que esto está obsoleto o derogado (despreciando al Eterno). Sé que para muchos lo importante es la tradición (están celebrando Shavuot hoy, en vez de celebrar Bikurim el domingo). Quizás usted que me lee, es de ese grupo de personas, de esas personas que son religiosas pero no “temerosos del Eterno”.

Quiero despedir este pequeño mensaje con un texto referente a la festividad de Bikurim. Está en Deuteronomio 26:16-19.

16 »Hoy el Señor tu Dío te ordena obedecer todos sus decretos y ordenanzas. Así que asegúrate de obedecerlos de todo corazón. 17 Tú has declarado hoy que el Señor es tu Dío y has prometido andar en sus caminos y obedecer sus decretos, mandatos y ordenanzas, y hacer todo lo que Él te diga. 18 El Señor ha declarado hoy que tú eres su pueblo, su tesoro especial, tal como lo prometió, y que debes obedecer todos sus mandatos. 19 Si lo haces, Él te pondrá muy por encima de todas las otras naciones que creó. Entonces recibirás alabanza, honra y fama. Serás una nación santa para el Señor tu Dío, tal como lo prometió».

Desechemos las falsificaciones.

¡Shalom!

Rab. Mijael Sofer PhD.