Shalom estimados
Si bien el contenido de esta parashá es muy corto, su proyección en la historia de Israel es de muy largo recorrido. Las palabras contenidas en esta porción, son de amplio contenido profético y por tanto de cumplimiento exacto.
Coincide esta parashá con el tiempo intermedio entre Yom Teruah y Yom haKipurim, y sobre ellas ilumina como si de un astro solar gigantesco se tratase. Y aun así, el mundo judío, heredero del fariseísmo, está ciego totalmente.
No se refirió Moshé a la gran espiritualidad del pueblo judío, ni a su fidelidad incuestionable, ni a los sufrimientos injustos por parte de los goim, por ser el pueblo receptor de la Torá.
De la única lealtad que podemos percibir es de la de Josué. También del castigo de Moshé. Y por supuesto lo que el Eterno percibe, de forma innegable, de Israel: pueblo rebelde, desobediente y mentiroso. Esa es la realidad. Está recogido en este capítulo 31 de Deuteronomio.
Quizás puedan parecer duras mis palabras, lea entonces el capítulo entero. Los versos 16 al 18 son muy significativos: “el pueblo se prostituirá detrás de dioses extraños (extranjeros)” “me abandonará y quebrantará el Pacto que hice con él”. Pero aun hay más: “yo los abandonaré y esconderé mi rostro”, “ciertamente esconderé mi rostro por todo el mal que habrán hecho”. Y como consecuencia de esta denuncia, Moshé ordena escribir la Torá en un rollo y dársela a los levitas para que la custodien al lado del Arca del Pacto. Terminando el capítulo, verso 27, recoge la relación causa/efecto: “porque yo conozco tus rebeliones y dura cerviz. Estando yo vivo aun con vosotros, habéis sido rebeldes al Eterno, ¿Cuánto más después de mi muerte?
Ahora cabe preguntar: ¿el judaísmo rabínico representa la voluntad del Eterno?
¿Por qué se ha cambiado el sentido y significado de Yom Teruah y Yom haKipurim?
¿Cuándo nos ordenó el Eterno sacrificar gallinas en el contexto de Yom Kipur?
¿Por qué fue llevado Judá e Israel al cautiverio?
Es indudable que no hemos entendido bien eso de “la Fidelidad al Eterno”
Nos hemos inventado una Torá oral, que es pura mentira, que no es otra cosa que las doctrinas inventadas de los fariseos.
Hagamos Teshuvá, ya está bien de vivir en la hipocresía religiosa.
¿Creeremos a Moshé o a los hombres que desviaron al pueblo de la Palabra Eterna de Adonay?
Analicemos nuestra historia y reflexionemos.
La verdad no puede edificarse sobre la mentira.
¡Que el Eterno nos encuentre dignos de inscribirnos en el sefer de la vida!
R. Mijael Sofer PhD.