Vaetjanán ואתחנן (Y supliqué) Devarím / Deuteronomio 3:23- 7:11. / Haftará: Isaías 40

Si nos diese por hacer una encuesta y preguntar: ¿Cuál es la plegaria más repetida?, las respuesta es lógica: La Shema.

En la porción de esta semana, la encontramos en el capítulo 6, verso 4.

La recitamos tantas veces, a los largo de toda nuestra vida, que quizás hemos dejado de ver con claridad lo que el Eterno nos quería decir.

Devarím דברים Devarím / Deuteronomio 1:1 – 3:22. /  Haftará: Isaías 1:1-31

En las múltiples entrevistas que mantengo suele repetirse una afirmación: “Dios me habla donde estoy” (en su iglesia, comunidad, parroquia, etc.)

 Y en esta dinámica, tienden a realizar una asociación de ideas: como el “Eterno les habla asistiendo a ese lugar en concreto, la presencia de Dios está allí”, o aún más: Dios no ve mal ese lugar y lo que se enseña en él.

Ree ראה (Mira) Devarím/ Deut. 11:26 – 16:17.

Haftará  –

Shalom estimados.

La Parashá de esta semana contiene instrucciones muy importantes de Moshé, ya están a las puertas de Eretz Israel y necesitan las últimas instrucciones de vida.

Si nosotros supiéramos que esta semana es la última de nuestra vida, ¡cuántas cosas haríamos con esmero, dedicación y excelencia!

Quizás a algunas personas les diríamos lo mucho que significaron para nosotros a pesar de los años sin vernos. A otros les pediríamos perdón por que hicimos un drama de algo estúpido y sin trascendencia; a otros les diríamos lo mucho que les amábamos, aunque nunca fueron conscientes. Y a otros les daríamos recomendaciones que serían las claves de una vida feliz y dichosa delante del Dío.

Ki Tetze’, כי תצא Cuando salgas Dt 21:10 – 25:19

Haftará  –

Shalom estimados.

Nos acercamos hoy a un texto sumamente práctico para la vida diaria y cotidiana: el conjunto de normas que el pueblo de Israel debía observar para andar en el orden de su Dío.

¿Cuál es el verso clave?: así quitaras el mal en medio de ti

Una vez hayamos leído la porción, aprenderemos:

Que envilecer es pecado.

Que humillar es pecado.

Que la opresión es pecado.

Que la usura es pecado.

Que la avaricia es pecado.

Que el cohecho es pecado.

Que la inmisericordia  es pecado.

Que no cumplir las órdenes de Adonay es pecado.

Vayelej, וילך Y fue Dt 31:1 – 31:30

Haftará  –

Shalom estimados.

Si bien el contenido de esta parashá es muy corto, su proyección en la historia de Israel es de muy largo recorrido. Las palabras contenidas en esta porción, son de amplio contenido profético y por tanto de cumplimiento exacto.

Coincide esta parashá con el tiempo intermedio entre Yom Teruah y Yom haKipurim, y sobre ellas ilumina como si de un astro solar gigantesco se tratase. Y aun así, el mundo judío, heredero del fariseísmo, está ciego totalmente.

No se refirió Moshé a la gran espiritualidad del pueblo judío, ni a su fidelidad incuestionable, ni a los sufrimientos injustos por parte de los goim, por ser el pueblo receptor de la Torá.

Ha’azinu, האזינו Escuchen Dt 32:1 – 32:52

Haftará  –

Shalom estimados.

¿Cuántas derashot (predicaciones) habremos escuchado en nuestra vida? ¿Cuántas amonestaciones a caminar de una forma recta?

¿Cuántas palabras encaminadas a que vivamos con fe en un mundo impío? ¿Cuántas exhortaciones a descansar tranquilos en el sacrificio del Mashiaj? Y ¿cuántas han tenido un efecto de shuvá, de  volver, de retorno?

¿Marcaron un antes y un después en nuestra vida?

La parashá de esta semana se inicia recordándonos todas las bendiciones que Adonay nos ha dado cuando nos escogió, pero también nos señala cómo el exceso de cosas materiales, el poder, el dinero, los lujos y la mundanalidad nos pueden apartar de Adonay.